28/04/06

Voto ¿Útil?
Juan Salvador Gómez Cruces

Creo que el debate hizo que muchos descubrieran a Patricia Mercado por primera vez, y más que a Patricia, muchos -quizás sin saberlo- descubrieron una nueva forma de hacer política. Pese a ello, la temible y terrible maquinaria de los partidos “grandes” (no creo que sean grandes, la grandeza es otra cosa) termina por aplastar las propuestas, las ideas, la renovación de un sistema político anacrónico, ineficiente, ya muy atrasado incluso en comparación con muchos países Latinoamericanos.

Los tres partidos se han esforzado por conseguir el voto, tratan a los ciudadanos no como eso (ciudadanos) sino como “votantes” (en el mejor de los casos) y como “tontos” (en el peor de los mismos). Nos venden espejitos otra vez, y para ello se golpean, nos muestran la porquería que son, y pretenden que votemos por ellos, simplemente porque son menos porquería que el otro, pero porquería al fin.

Constantemente me hablan del voto “útil”, o del voto “inútil”. Me explican que aunque Obrador sea poco democrático es mejor que el “mocho” de Calderón, o que aunque Calderón sea inepto al menos no es perverso como Obrador. Seguimos en la cultura de la mediocridad, la cultura del “menos pior”. Creo que eso es válido cuando no existe el o la “más mejor” (pásenme a perdonar la expresión), pero para los que siguen obstinados (que son muchísimos) en que Patricia Mercado es la “más mejor” pero que no va a ganar, les explico a continuación lo que ganamos votando por Patricia y lo que ella puede llegar a ganar:

- Si votas por Patricia, puede ganar la presidencia. No estoy exagerando, lo he visto y las encuestas así lo muestran. El 39% de los posibles votantes no piensan votar (seguramente porque están hastiados de los políticos tradicionales), supongamos que de ese 39%, Patricia logre atraer solamente un 10%. Ahora bien, del 60% que sí piensa votar, 43% no tiene filiación partidista, supongamos que Patricia logra atraer al 15%, cuando menos. En este escenario Patricia se pone en una posición competitiva. Bastaría con votar por la “más mejor”, lo cual en otros países se llama congruencia, pero en México es algo como que bien raro.
- Pongamos que Patricia no gana la presidencia, ¿es un voto tirado a la basura?, por supuesto que no. Si Patricia tiene una buena votación, la nueva política podrá tener más diputados por representación plurinominal, quienes comenzarán a hacer cambios, acuerdos, reformas, en fin, cambiar las reglas del juego.
- Si votamos por Alternativa, ganamos (o no perdemos) defender nuestros principios.
- Votar por Alternativa, además sería fortalecer la democracia real, no una partidocracia, en la que lo único que se disputa es el poder y el dinero; jamás las ideas, las propuestas.
- Votar por Alternativa es castigar a aquellos partidos que han hecho muy poco o nada por el país, que han dejado de hacer reformas por disputarse el poder, y hablo de todos, porque todos han bloqueado una, dos o mil veces la posibilidad de cambiar las cosas.

Espero que esto sirva para aclarar un poco las cosas, démosle un voto razonado, un voto por convicción a Patricia Mercado y a Alternativa, la democracia no es votar por el que dicen los partidos que puede ganar, la democracia no es votar por el menos malo, la democracia es un ejercicio de ciudadan@s libres que analizan, participan y votan por la mejor opción, es irracional decir que votar por la mejor opción es irracional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parecería una verdad de perogrullo, pero... ¿qué candidato no habla bien de su partido?

Tengo ocasión de conocer a Juan atrás tiempo, al menos 10 años, y creanme: Sabe lo que dice; Sin embargo, no lo dice todo.

La cuestión de definir el sentido de un voto para el "grueso" de la población no implica un ejercicio racional. La mayoría se adhieren a un partido por interés propio y egoísta (no necesariamente malo por eso), por ideología, por su candidato, por sus amistades e influencias familiares y en fin, por una cantidad inconmensurable de "razones" que poco tiene que ver con un ejercicio racional y responsable de la elección de plataformas políticas y programas, asi como de liderazgos o funcionarios. No obsta lo anterior, para afirmar que, al margen de las justificaciones del "voto duro", todas aquellas personas que no se detienen un segundo a pensar en su mejor opción, o peor aún, todos aquellos que se abstuvieron de hacer una elección (recordemos que los porcentajes de abstención en el caso de México varían de 55% a poco menos del 80% de las personas con capacidad de votar) se verán igualmente (a lo mejor no en el mismo sentido) afectados por las decisiones que desde la cúpula del poder se lleguen a tomar.

La cuestión que lógicamente se desprende de esto es simple, (acaso lo sea demasiado) y paternalista por cierto: La responsabilidad de definición de una autoridad debe circunscribirse, no a la ideologización y/o polarización (no se malinterprete, soy partidario del pluralismo) de la sociedad en partidos políticos por muy liberales e incluyentes que estos puedan ser, sino por el contrario, es necesario que cambien los personajes políticos desde los mismos partidos y lograr con esto una evolución en las formas de pensar y hacer política desde las medidas que impliquen menores costos de arranque de los nuevos partidos que terminan por pagar la sociedad, vía el sistema electoral de partidos.

El problema de todo aquel que se erige como defensor de las causas marginadas o nuevas, es que incurre en una petición de principio al hacer creer al votante indefinido (irónicamente, líneas arriba definido) que son la panacea que hacía falta por el simple hecho de que los otros han mostrados sus deficiencias. Esto es, el hecho de que unas personas (a quienes no me atrevería a encasillar en un mismo grupo) lo hayan hecho mal, no implica necesariamente que otros lo van a hacer mejor. Nunca lo sabremos. Incluso cuando se habla de renovación y de cambio de reglas en los mismos partidos, no sabemos sobre la franqueza de su plan, sin embargo, el censurarlos a priori sería tan reprovable en un auténtico sistema democrático como el negar el acceso a nuevos organismos políticos. La única diferencia en este sentido, sería entonces, considerar un criterio objetivo y que adelanté lineas arriba: los costos económicos.

La renovación moral (que tambien me sea perdonada esta expresión) simplificaría los costos de nuestra de por si pesada económicamente) estructura electoral y permitiría que los partidos fueran autenticas vías para acceder al poder y no el poder en si mismo que busque perpetuarse.

No defiendo a Felipe ni censuro a Patricia. Lo único que pretendo hacer es, quizás ridícula pretensión, evitar en lo posible la defensa a ultranza y la radicalización de las ideas y procurar por el contrario basar el desarrollo de nuestro aún defectuoso sistema democrático de elección en medidas que impliquen menos gasto innecesario (permitaseme, despilfarro) de recursos que bien pueden ser canalizados (previa colocación de agentes con calidad moral) al gasto público o a la investigación científica, por ejemplo.

El problema podría amplirse de tal forma, que ahora mismo puedo pensar en objeciones que, si alguien me ha favorecido con su atención, habré de corresponder de la misma manera.

Anónimo dijo...

Mi muy querido Marcos (o Marcs tal como he tenido a bien llamarte)

Evidentemente tengo muchas objeciones a tus dichos, empero no este el espacio para extenderme, por lo que tomaré por lo menos cuatro de tus afirmaciones, para hacer algunas aclaraciones o precisiones.

Dices: "candidato no habla bien de su partido?"
Me conoces desde hace 10 años, hace por lo menos 5, yo era un poco más radical, los años me han moderado un poco, pero sabes que yo apoyo a la socialdemocracia por lo menos desde hace tres o cuatro años de manera conciente(quizás sin saberlo un poco más), luego entonces, el argumentar que mi candidatura es la razón de hablar bien del partido (al que ni siquiera estoy afiliado, cabe decir), pues no es más que una falacia.

Dices que la gente no hace caso a "plataformas políticas y programas, asi como de liderazgos o funcionarios" sino a otras "razones".

Creo que tienes toda la razón, empero eso no significa que así tenga que ser, hay que promover el voto realmente razonado, por ello siempre que promuevo el voto por Alternativa no me gusta (aunque a veces tengo que hacerlo) decir "propuestas" o decir lo que a mi interlocutor le "conviene", procuro más bien invitarlos a conocer a Patricia Mercado, a Alberto Begné, a Marina Arvizu, a Nacho Dotor Vilano, gente que desde siempre ha luchado desde la sociedad civil y cuya trayectoria viene desde más lejos que de una curul o una secretaría de Estado. Igualmente invito a la gente para que revise la plataforma (aunque es muy larga), misma que espero hayas leido pues la envié hace ya casi dos meses.

Dices que las decisiones inexorablemente se toman en la "cúpula de poder", aciertas de nuevo, así son las cosas, pero tu conservadurismo no te permite ver que esta realidad inexorable es una de las más urgentes por cambiar, gane Patricia, Calderón o el Dr. Simi, esto hay que cambiarlo, las decisiones deben tomarse por la mayor parte de la sociedad, y ese creo que es uno de las diferencias importantes entre Alternativa y los otros partidos, Alternativa tiene la creencia de que sin la sociedad pocas políticas públicas tendrán éxito, en cambio los partidos tradicionales continúan en el discurso del "yo si sé como hacer las cosas" yo yo yo, el moi francés (¿recuerdas a Cortés?)


Dices que los cambios deben de venir de laspersonas que están ya en los partido, porque los "nuevos partidos que terminan por pagar la sociedad"

Coño, aciertas de nuevo... los partidos, TODOS le cuestan un dineral a la sociedad, por cierto que los grandes le cuestan muchas, muchas veces más. Pero ese no es el punto, el punto es que los partidos son una forma de representar las diferentes visiones del mundo que todos tenemos, creeme que conozco a mucha gente capaz, bienintencionada, con voluntad, que definitivamente no se afiliaría ni al PAN, ni al PRI, ni al PRD (aunque estos se lo pidieran), la razón es muy simple (acaso lo sea demasiado, jaja) los principios, las ideas, las posturas, el soporte ideológico de esos partidos no están acordes a lo que muchos pensamos, eso sin mencionar todas las historias de corrupción, sangre, engaño, malos gobiernos, etc. Por otro lado, creo que deben de existir tantos partidos sean necesarios, pero el Estado no debe de dar tantos recursos, de hecho esta es parte de la reforma del Estado de Alternativa, pues creemos que se puede hacer una campaña de ideas, sin grandes cantidades de spots, de hecho así lo ha hecho Patricia y ha crecido casi 3% desde enero, Patricia usando $0 M.N. del presupuesto del Estado ha crecido más que AMLO, que Roberto Madrazo, que junto con Calderón han gastado una cantidad impresionante y ofensiva de recursos, sobretodo en publicidad vomitiva. Existen sistemas políticos, sobretodo en Europa donde hay una cantidad increible de partidos, y estamos hablando de sistemas más maduros y menos costosos que el mexicano.

Finalmente hablas de que "censuraro a priori" a los que hoy quieren gobernar el país.
Yo no creo que sea a priori, Calderón estuvo en Banobras y en Energía, Banobras sigue fue y siguió siendo un banco meciocre. Por otra parte en Energía hizo muy poco para sacar la tan ansiada reforma energética, eso sin hablar de otras mediocres participaciones como dirigente del PAN, entonces, ¿es a priori? o ¿Felipillo es medio ineptillo? Y ni qué decir de los otros candidatos, aunque si estamos hablando de calificar a posteriori, creo que el mejorcito librado sería AMLO, aunque te duela.

Bueno hermano, creo que eso es todo me ha dado gusto platicar contigo aunque sea por este medio, porque mira que, a últimas fechas, eres canalla.