Yo digo miedo.
Juan Salvador Gómez Cruces
Parece que a medida que se acercan las elecciones, el miedo se va adueñando de tod@s. En lo personal también tengo miedo, tengo miedo de que la gente tenga miedo, tengo miedo de que la gente tome decisiones por miedo.
He venido escuchando con más insistencia, que el miedo es el factor determinante del voto de miles (quizás millones) de mexican@s. No sé de dónde ha salido tanto miedo, creo que ni siquiera ha sido una toma de conciencia propia, más bien creo que es un miedo impuesto por algunos interesados en que la gente esté aterrada.
Y el miedo lo he encontrado en todas partes, en clases altas, medias y bajas, en hombres y mujeres, con ateos y creyentes, en gente de izquierda y de derecha. Tod@s hablan de lo peligroso que sería que llegara uno u otro candidato, los de izquierda dicen que Calderón impondrá su visión lineal, su mediocridad y sus manos sucias a todos los ámbitos del gobierno; otros más a la derecha o al centro, dicen que Obrador es un populista (quizás sin saber el significado del término) y que además es como Hugo Chávez, y que vendrán crisis y devaluaciones, y yo siento que escucho un spot, más que un juicio crítico, y eso también me da miedo.
Lo cierto es que nadie da argumentos –ni siquiera limitados- sobre el sentido de su voto, el único argumento (si es que cabe llamarle así) es el miedo. A estas alturas, preferiría la autenticidad de un argumento tan bajo y básico como el de votar por tal o por cual porque es conveniente para su familia o porque les han regalado una torta o porque a su abuelita le dan dinero. Creo que cualquiera de esos argumentos son todavía más válidos que el miedo.
Con esto solo pido que me quiten el miedo, quiero escuchar que la gente va a votar por el candidato que más les convence, no por el que va a ganar (no es una quiniela de PROGOL) o por el que impedirá que gane el monstruo, sea del color que sea. Si votamos por miedo, lo único que sucederá es que ese miedo se siga fomentando como medio de manipulación, convirtiéndonos en nuestros propios monstruos que por la noche o hasta en el día nos damos miedo. Esta es una invitación a conocer a l@s candidat@s, conocer sus propuestas y después de ello decidir razonablemente su voto. Solo así seremos una sociedad de ciudadan@s libres y no una sociedad de miedosos.
Juan Salvador Gómez Cruces
Parece que a medida que se acercan las elecciones, el miedo se va adueñando de tod@s. En lo personal también tengo miedo, tengo miedo de que la gente tenga miedo, tengo miedo de que la gente tome decisiones por miedo.
He venido escuchando con más insistencia, que el miedo es el factor determinante del voto de miles (quizás millones) de mexican@s. No sé de dónde ha salido tanto miedo, creo que ni siquiera ha sido una toma de conciencia propia, más bien creo que es un miedo impuesto por algunos interesados en que la gente esté aterrada.
Y el miedo lo he encontrado en todas partes, en clases altas, medias y bajas, en hombres y mujeres, con ateos y creyentes, en gente de izquierda y de derecha. Tod@s hablan de lo peligroso que sería que llegara uno u otro candidato, los de izquierda dicen que Calderón impondrá su visión lineal, su mediocridad y sus manos sucias a todos los ámbitos del gobierno; otros más a la derecha o al centro, dicen que Obrador es un populista (quizás sin saber el significado del término) y que además es como Hugo Chávez, y que vendrán crisis y devaluaciones, y yo siento que escucho un spot, más que un juicio crítico, y eso también me da miedo.
Lo cierto es que nadie da argumentos –ni siquiera limitados- sobre el sentido de su voto, el único argumento (si es que cabe llamarle así) es el miedo. A estas alturas, preferiría la autenticidad de un argumento tan bajo y básico como el de votar por tal o por cual porque es conveniente para su familia o porque les han regalado una torta o porque a su abuelita le dan dinero. Creo que cualquiera de esos argumentos son todavía más válidos que el miedo.
Con esto solo pido que me quiten el miedo, quiero escuchar que la gente va a votar por el candidato que más les convence, no por el que va a ganar (no es una quiniela de PROGOL) o por el que impedirá que gane el monstruo, sea del color que sea. Si votamos por miedo, lo único que sucederá es que ese miedo se siga fomentando como medio de manipulación, convirtiéndonos en nuestros propios monstruos que por la noche o hasta en el día nos damos miedo. Esta es una invitación a conocer a l@s candidat@s, conocer sus propuestas y después de ello decidir razonablemente su voto. Solo así seremos una sociedad de ciudadan@s libres y no una sociedad de miedosos.
4 comentarios:
No te preocupes chava, la gente no vota por miedo, durante las campañas se manejan muchas cosas, pero en el momento de la elección la gente vota por dinero. Y el voto se cotiza actualmenten en 1,500 pesos en zonas urbanas y 200 en rurales.
Eso tampoco me tranquiliza, pero lo cierto es que si he visto entre mi sinterlocutores gente que vota o pretende votar por miedo.
Chava, primero permíteme felicitarte de la manera más calurosa por éste logro que creo es un paso importante dentro de tu carrera, ya sea que la quieras seguir en la política municipal o que la uses como plataforma de despegue. Tu candidatura, he de decirte, me sorprendió, talvez no por tratarse de ti, sino de tu juventud. Aunque sabes no soy partidario de ALTERNATIVA ni de su representante (y fundadora) en las elecciones federales, creo está dando una oportunidad muy jugosa al abrir sus puertas para la participación de personas con la ambición suficiente para responder a una situación de estas. He trabajado contigo, y se que tienes la capacidad de hacer un buen papel, no solo digno de tu persona sino digno de la institución académica que traes en la espalda, pues, aunque en ocaciones disientas, no puedes negar la preparación, fuera y dentro de las aulas de clase, que te ha permitido llegar hasta donde estás.
Efectivamente, el miedo, aunque sea de habladas, es una razón y un obstáculo que emperan en la realidad social actual. Quizá no solamente esté presente en las casillas, sino al enfrentarnos a la oportunidad de un cambio verdadero: no radical, no polarizado, no idealista, sino razonado, enfocado y aterrizado. Es hora de que un nuevo proyecto de nación transforme nuestra realidad como país, un cambio paulatino y que sus indicios no sean el matrimonio homosexual o el libre tráfico de drogas: éste debe ir más allá y esa es tu responsabilidad y la de todos como ciudadanos.
Finalmente, quiero que tengas en mente que más vale aprender de la experiencia: ésta nos enriquece como personas y como profesionistas, te lo digo como amigo, compañero y colaborador. Deshazte del miedo al miedo de las personas y sigue proponiendo, pero sobretodo, actuando firmemente. Confío en que puedes hacer un excelente papel, cuentas con mi apoyo.
José Trejo
Pepe:
Bueno, agradezco que te tomes el tiempo de escribir unas líneas.
La verdad es que soy un radical, pero un radical libre. No sé si no se entendió muy bien la ironía del comentario de "Yo digo miedo", lo que tengo, más que miedo es desconcierto, de pronto la razón más a flor de piel, para decidir cosas importantes como el voto, se ha vuelto el miedo.
Sinceramente aspiro a una sociedad en la que el afán de desarrollo personal y nacional, sean la fuerza para tomar las decisiones que no se han tomado en este país.
Saludos mi estimado.
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