Desde ayer tengo sentimientos variados y encontrados que han trascendido hasta hoy. Ya levantamos el plantón, eso nos deja más tiempo para nuestras labores, prueba de ello es que he vuelto a escribir en este blog, sin embargo hay algo de nostalgia en ver ese espacio vacío, las tiendas de campaña dobladas y empacadas, las sillas dobladas y el cordel de listones enrrollado a manera de bola de estambre. No sé que sea, quizás sea un sentimiendo de pequeña derrota pues todos éramos optimistas sobre la retirada del bloquedo (aunque lo fue de forma parcial), quizás sea ya no escuchar las mil y un voces de los transeuntes que se acercaban, quizás sea ya no ver ese mosáico de imágenes, o quizás sea el ya no ver a los radicales libres, a los que cada vez más veía como amigos y ya no tanto como compañeros de lucha. En fin, creo que es todo lo anterior y aún más, algo que no puedo definir, pero que me hace ver el día de hoy un poco más nublado que el de ayer (también en sentido literal).
Hoy nos levantamos muy temprano, nos vimos en casa de Andrés, entre bostezos tomamos el listón, una manta, cuatro copias de la carta que le hicimos a Encinas, y unas máscaras de FECAL y el PEJE. Partimos hacia el centro de la ciudad, más precisamente hasta el edificio del GDF. Ahí estuvimos esperando a Alejandro Encinas, queríamos entregarle todas esas cosas que llevábamos (aunque teníamos reticencia a entregarle el listón). Lo cierto es que nos chamaquearon, su gente nos preguntó sobre nuestro asunto y al enterarse prefirieron ahorrarle el trámite a Encinas por lo que entró por alguna otra puerta. La verdad es que tiene malos asesores pues nuestra carta y nuestra protesta era bastante clara y coherente incluso con lo que él ha manifestado, en realidad no queríamos joder a Encinas, al contrario nos cae bien y entendemos el problema en el que está metido, por eso hubiéramos preferido hablar con él, escucharlo y que nos escuchara, pero bueno, nos tuvimos que conformar con el tercero al mando. Después de que algunos medios si nos hicieron caso y respondimos a algunas entrevistas, nos hicieron pasar para hablar con el subsecretario de gobierno, la charla fue bastante coordial, le entregamos el listón y le suplicamos que se lo diera a su jefe.
En fin, al final de la jornada (a penas eran las 7:00 a.m. aproximadamente), vino la hora de la diversión, más medios nos entrevistaron, nos tomaron fotos y aprovechamos para reirnos con las máscaras de nuestro tan distinguidos personajes, fue ahí donde los fotógrafos hicieron escarnio y tomaron varias placas. Después de todo ello cada quien se fue por su lado, un poco cabizbajos pero concientes de que hicimos lo que pudimos y de que tenemos mucho que aprender, al final reiteramos nuestra voluntad de seguir en la lucha y realizar más actos en contra de todos los que impidan la libertad de tránsito (y yo agregaría, cualquier otra libertad).
Hoy nos levantamos muy temprano, nos vimos en casa de Andrés, entre bostezos tomamos el listón, una manta, cuatro copias de la carta que le hicimos a Encinas, y unas máscaras de FECAL y el PEJE. Partimos hacia el centro de la ciudad, más precisamente hasta el edificio del GDF. Ahí estuvimos esperando a Alejandro Encinas, queríamos entregarle todas esas cosas que llevábamos (aunque teníamos reticencia a entregarle el listón). Lo cierto es que nos chamaquearon, su gente nos preguntó sobre nuestro asunto y al enterarse prefirieron ahorrarle el trámite a Encinas por lo que entró por alguna otra puerta. La verdad es que tiene malos asesores pues nuestra carta y nuestra protesta era bastante clara y coherente incluso con lo que él ha manifestado, en realidad no queríamos joder a Encinas, al contrario nos cae bien y entendemos el problema en el que está metido, por eso hubiéramos preferido hablar con él, escucharlo y que nos escuchara, pero bueno, nos tuvimos que conformar con el tercero al mando. Después de que algunos medios si nos hicieron caso y respondimos a algunas entrevistas, nos hicieron pasar para hablar con el subsecretario de gobierno, la charla fue bastante coordial, le entregamos el listón y le suplicamos que se lo diera a su jefe.
En fin, al final de la jornada (a penas eran las 7:00 a.m. aproximadamente), vino la hora de la diversión, más medios nos entrevistaron, nos tomaron fotos y aprovechamos para reirnos con las máscaras de nuestro tan distinguidos personajes, fue ahí donde los fotógrafos hicieron escarnio y tomaron varias placas. Después de todo ello cada quien se fue por su lado, un poco cabizbajos pero concientes de que hicimos lo que pudimos y de que tenemos mucho que aprender, al final reiteramos nuestra voluntad de seguir en la lucha y realizar más actos en contra de todos los que impidan la libertad de tránsito (y yo agregaría, cualquier otra libertad).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario