Algún maestro marxista, un buen día me habló de la praxis y phronesis. Uno no siempre logra entender los puntos importantes del discurso de un serbio, marxista latinoamericanista y filósofo político como Dejan Mihailovic. Lo cierto es que estos dos términos de algún modo quedaron grabados en mí, con definiciones personalísimas y que son aplicables a lo que acontece en los últimos días en México.
En cuanto a la praxis el buen Dejan insistía en que la teoría debería de estar encauzada por la práctica y viceversa, en una relación dialéctica que es mucho más complicada de lo que aquí explico. En tanto phronesis era un término utilizado por Aristóteles, la phronesis literalmente es sabiduría y debería de acompañar las decisiones políticas, sin embargo, en el sentido aristotélico del término phronesis también daba sustento a la palabra en latín "prudentia" y en castellano "prudencia".
Es decir, práctica política con importante sustento de teorización y prudencia política. Creo que finalmente hemos encontrado ambas cuestiones en diversos actores políticos. A riesgo de parecer chocante empezaré con nosotros mismos, los Radicales Libres (o Radicales Cursis como nos empiezan a conocer). Desde la cuestión del plantón "alternativo" demostramos tener ambas cuestiones bien encarnadas. Por una parte la teorización sobre las libertades y la justicia nos llevó a poner en el espacio público nuestra postura sobre un tema en específico (el bloqueo). Al mismo tiempo fuimos doblemente prudentes pues no provocamos a ninguna de las partes, no nos adherimos a ninguna de las partes, y tampoco llevamos al partido a involucrarse en algo que no se había decidido involucrar. Después el primero de septiembre pasado la cuestión se repitió; vigilamos los derechos humanos, aunque fundamentalmente estuvimos afuera del Congreso para ser testigos de la Historia que terminó por ser simplemente una historia, pero es que la praxis era que estuviéramos ahí.
Otro que dio un ejemplo de ambas cuestiones fue Andrés Manuel. Me pareció que la inacción esta vez se volivó en praxis pero sobretodo en phronesis. Entendió que era muy alto el costo político de movilizar a todos sus simpatizantes y que además pondría en riesgo la integridad de muchos de ellos, eso fue prudente.
Luego me quedan otros dos casos; el primero es una muestra de praxis sin phronesis y el otro de phronesis sin praxis. Para el primero pondré de ejemplo a los Panchos Villa, a los Panteras y al Partido Comunista Marxista-Stalinista (sí, eso existe y está plagado de jóvenes). Ahí vimos un montón de teorización, lucha de clases, revolución, dictadura del proletariado y al mismo tiempo una movilización para posicionar esos reclamos en el espacio público, claro que acompañado de demandas electorales en favor de Andrés Manuel. Digo que fueron imprudentes porque mostraron la parte que más desacredita a un movimiento legítimo como el de López Obrador, fueron a tal grado imprudentes que hasta mostraron que son violentos entre si, que pueden arrancar árboles pequeños para usarlos como proyectiles (aunque no descalabren ni a un enanito, menos a un granadero) o que pueden ir super drogados a aventar pañuelos desechables contra las "fuerzas del orden" (me recuerdo a la revolución de los claveles en Portugal, aunque seguro que no era su intención.)
Finalmente tengo el caso de Vicente Fox (disculpe que no lo llame presidente, pero es que no estoy seguro de que lo sea). Fox llegó al congreso, y a mi me pareció que el entregar su informe e irse fue un acto de prudencia, algunos me rebatían que más bien era cobardía (Lajous, Brando, Robles creo que hasta Yedana), yo mas bien creo que haber intentado entrar hubiera sido "hacerle a la mamada" (como decía un dirigente de los Panchos Villa), más que un acto de valentía (que con Fox casi siempre deriva en bravuconería). Luego entonces creo que Fox fue prudente por primera vez en mucho tiempo y espero que así siga siéndolo (huelga decir porque Fox no hace praxis).
En fin, creo que este fin de semana fue bastante edificante, fundamentalmente por los hechos del viernes, en los que coincido mucho de ello fue simulación dentro de un rito que se creó para eso, a saber, simular que el presidente ha llevado al país por buen rumbo, simular que sus diputados y senadores son sus fieles súbditos, simular que la gente le importa a los políticos. Como sea ese rito acabará y todos los agradeceremos, pero más allá de ello lo que sí agradezco profundamente es la praxis de unos y la prudencia de otros.
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