13/07/06

Fraude hormiga, neocaudillismo y otras necedades.
Juan Salvador Gómez Cruces
Los tiempos postelectorales trajeron consigo el surgimiento de algunos fenómenos y la consolidación de otros. Estos fenómenos se vienen gestando desde tiempo atrás, sobretodo encuentran su origen en las campañas mediáticas, por un lado la del Partido Acción Nacional enfocada al miedo y por otro lado el mesianismo de la Alianza por el Bien de Todos y su candidato.
La campaña del miedo si algo tuvo fue "eficacia"; realmente se filtró entre la clase media (mediatizada y poco informada) la idea de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) era un peligro para México, en charlas rutinarias uno podría encontrar argumentos limitados que se repetían una y otra vez. Entre otros, se hablaba desde su parecido con Hugo Chávez hasta la idea de que AMLO representaba una izquierda cuasisoviética en la que el libre mercado se vería anulado provocando una fuga masiva de capitales, crisis, devaluaciones, etc. Si bien yo no apoyaba a AMLO, siempre me opuse a estos argumentos neofacistas que utilizó Acción Nacional y que definitivamente infundieron miedo hasta debajo de las piedras. Esto lo traigo a colación por un fenómeno que desgraciadamente no puedo comprobar, pero que puedo intuir, a saber, el "fraude hormiga" o "mini-fraude patriótico ciudadano".
En definitiva descarto que el Instituto Federal Electoral haya tenido algo que ver en la detención de AMLO, lo que trato de plantear con el "fraude hormiga" es que el miedo inyectado a muchos ciudadanos los llevó el dos de julio a cometer algunos actos contrarios los intereses de la Alianza por el Bien de Todos, es decir, fueron los propios ciudadanos funcionarios de casilla, quienes en la primera oportunidad anularon votos o cometieron "errores" en algunas actas, y esto sin otro fundamento que el pseudopatriotismo, es decir evitar que "un peligro para México" fuera presidente. Por ello de alguna forma los exculpo (aunque no comparto su conducta), hicieron lo que en su entender patriótico tenían que hacer. Si hay un culpable de esta actitud no es el IFE, sino el gobierno federal y el Partido Acción Nacional (eximo a Calderón, pues el pobre solo fue una figurilla que se prestó para ser la "salvación" ante el peligro).
El resultado de esto fue la inevitable victoria de Felipe Calderón y con ello lá irá del nuevo caudillo, nuestro nuevo héroe y mesías, el protector de las causas justas, AMLO. Seguramente para este personaje era inadmisible una derrota fundamentada en el falso miedo que le crearon como aura, sin embargo se equivocó una vez más como lo hizo durante la campaña. El comenzar a descalificar a todo mundo, desde el IFE, los medios y sus propios representantes de casilla, creo que esto le ha venido quitando cierta credibilidad y en cierto modo lo ha llenado de un aura más cercana a la locura que a la cordura. Sin embargo el proceso estuvo tan polarizado que los que veían en Calderón un peligro para México se han convertido en fanáticos del nuevo caudillo.
Estoy seguro que este fenómeno no durará mucho, "el pueblo" tiene cosas más importantes que hacer que estar asistiendo a escuchar a un sujeto embriagado de poder, y poco a poco irá entendiendo que lo que sigue es un proceso legal en el que nada tienen que ver ellos, sino las instituciones encargadas (el TRIFE), como la he dicho antes el momento de los ciudadanos ya pasó, fue el 2 de julio, todas estas movilizaciones están de más y hubieran sido más útiles si a toda esa gente se le hubiera acreditado como representantes de casilla en las 50,000 casillas donde no hubieron representantes del PRD que vigilaran el fraude hormiga.
Pese a todo lo anterior, yo estoy convencido de que contar voto por voto (si así lo decide el TRIFE) es una decisión bastante sana, y no tanto por el fraude hormiga o por otras irregularidades sino porque hay que recordar que la elección se decidió por menos de un punto porcentual (.065%) y con una votación de poco más del 35%, esto sin lugar a dudas no da para mucha legitimidad del ganador. Por ello creo que daría mayor tranquilidad a todos si se contara voto por voto, pero insisto esa es una decisión que no está en los ciudadanos, hay canales legales (de los mejores que existen en las leyes mexicanas) para que la elección quede transparente, luego entonces no es posible que de facto el nuevo caudillo y sus fans descalifiquen la actuación del IFE y del TRIFE.
Ya solo me resta reprobar la insistente actitud de algunos panistas, periodistas y empresarios que una actitud necia también quieren obviar el papel del TRIFE y piden en todo momento que se reconozca a Felipe Calderón como ganador, sin reparar en la raquítica ventaja de éste y en la incertidumbre que existe sobre lo sucedido aquel día.
Creo que esas son algunas de las cosas que tendría que decir desde mi postura de prodemócrata, espero que AMLO no se vuelva loco y que respete la decisión del TRIFE, espero que el TRIFE decida con el mejor criterio y apegados a la ley, y finalmente espero que la derecha y sus secuaces dejen que las cosas sucedan y dejen de adelantarse a los hechos. Ya veremos cual de estos deseos sucede (si es que sucede alguno).
En cuanto a quién deseo que gane después de que el TRIFE falle, la verdad es que me da lo mismo, ambos son personajes embriagados de poder, sin talento y sin merecimientos para ser presidentes de este noble país.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CAMBIO DE MICHOACÁN
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Opinión
Carta al señor Andrés Manuel

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Miércoles 2 de Agosto de 2006
Alejandro Vázquez Cárdenas/Colaboración especial

La primera duda surge, ¿cómo dirigirme a usted? ¿Como el candidato que obtuvo el segundo lugar en la pasada votación? ¿Como «presidente de
México», que es como se ha autonombrado? ¿Como licenciado, conociendo su mortecino currículum? ¿Como MALO, jugando con sus iniciales, tal y como lo hacen diariamente con su adversario «de la derecha» en esa reedición del Pravda en que se ha convertido La Jornada? Ante la duda simplemente decido llamarlo señor y darle tratamiento de usted, para marcar diferencias, porque usted y yo no somos iguales, de entrada y como diferencia principal yo he decidido cumplir las leyes.
Sé de primera mano que no es usted una persona muy afecta a leer mucho, y menos si se trata de artículos críticos o que vayan en contra de sus muy particulares ideas. Además, con toda sinceridad, dudo que exista una sola persona viva en el mundo a la que usted le haga caso, a la que usted escuche, a la que usted considere mejor informada que su propia persona.
Señor Andrés Manuel, sabe usted, y lo saben sus principales asesores, que no ganó la pasada elección para presidente de México, lo sabe perfectamente y sin ninguna duda, pues en poder de sus subordinados se encuentran la totalidad de las actas de la elección, completas, con las cifras en cada una de ellas y con las firmas de los ciudadanos, recalco, ciudadanos, que intervinieron en la misma. Sabe que no ha presentado Ud. ni sus subordinados un solo argumento sólido y consistente para apoyar la tesis del fraude, todos sus argumentos han sido desmantelados y desenmascarados. Puede hablarse de inconsistencias aisladas, pero nunca de fraude. Miente con absoluta conciencia de ello.
Sabe que su votación es escasamente un tercio del total de votos emitidos por el universo de los votantes, apenas medio punto por abajo de Felipe Calderón, pero abajo, no arriba. Sabe entonces perfectamente que la gran mayoría de los mexicanos no votamos por usted, que su propuesta o su persona no nos convenció, que optamos por otras alternativas y así quedó plasmado en las actas. Decir otra cosa es mentir.
No acepto, de ninguna manera sus disculpas por las molestias que innegablemente están causando sus fanáticas huestes en la capital de mi país, porque Ud. sabe que lo que defiende es una mentira, que Ud. y sus principales asesores sólo están engañando, con la mayor mala fe del mundo, la esperanza de millones de ciudadanos que creen en su palabra como verdad revelada. Porque se aprovecha del idealismo de los jóvenes, de la ignorancia de otros, del resentimiento de más y del fanatismo de una buena parte de sus seguidores.
Y en un deplorable ejercicio de demagogia, usted somete a «votación» su petición de secuestrar a la Ciudad de México con un enorme plantón que desquiciará aún más la ya de por sí caótica vialidad de la ciudad, amén de los enormes perjuicios económicos a personas que no votaron por Ud. Sinceramente, al pedir una votación durante su mitin ¿sería creíble esperar una respuesta negativa en medio de sus enardecidas huestes?
Señor Andrés López, tenga un mínimo de consideración por la vida de los miles de adultos mayores que forman el grueso de sus plantones y que arriesgan su precaria salud por una gran mentira, no juegue con la credulidad de los jóvenes por que su desilusión será catastrófica, y sobre todo, no atice con más leña el acelerado fanatismo de sus seguidores.
¿Quousque tandem Catilina, abutere patientia nostra?


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Impreso el Jueves 3 de Agosto de 2006 desde dsl-200-95-104-153.prod-infinitum.com.mx
Consulte esta información en línea en: http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=48275

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