Por más que lo queramos México está a más de 30 años de ser Suecia, aunque lo quisiéramos lo cierto es que el contexto determina a los sujetos y éstos pueden en un momento dado transformar el contexto en una relación bidireccional y dialéctica pero cuyas transformaciones son el resultado de largos periodos históricos.
Por más teorías brillantes sobre la movilización social, por más buenas intenciones de construir ciudadanía que se tengan, por más que las comunicaciones y el Internet faciliten la divulgación de información y las relaciones interpersonales, aún con todo eso no podemos pensar que México es color de rosa y que por generación espontánea los ciudadanos y ciudadanas se organizan en periodos de largo plazo; los ciudadanos y ciudadanas en el sentido amplio del término no abundan en México, el ejercicio de la ciudadanía se ha limitado (parte por los partidos y el gobierno, parte por una tendencia a la privatización de la vida) al voto cada cierto tiempo, a veces ni eso sucede. Algunas veces los ciudadanos y ciudadanas más activos (que no los más politizados) se organizan en torno a problemas inmediatos tanto en tiempo como en espacio: la limpieza de áreas verdes comunales, la oposición a la construcción de tiraderos de basura o gasolineras, el cierre de calles para “evitar” los problemas de inseguridad, etc. Y estos ejemplos se refieren más a los ciudadanos y ciudadanas de zonas urbanas, en el campo mexicano la situación no es más halagüeña.
Entonces, los ciudadanos y ciudadanas en México no proliferan, pocos se organizan de manera espontánea y finalmente, quienes se organizan de manera espontánea lo hacen en torno a un problema que si bien no es puramente privado, si es de interés particular y en para un periodo de tiempo limitado.
Más o menos esta es una fotografía (que no radiografía evidentemente) de la relación de la sociedad mexicana con el asociacionismo social y político. Esta fotografía tiene sus matices y casos especiales, asombrosos, ejemplares o su lado patético y monstruoso, pero grosso modo creo que nadie puede hablar de que los ciudadanos y ciudadanas mexicanas se caracterizan –menos en los últimos años- por su capacidad para articularse y hacer demandas coherentes a los diferentes órdenes de gobierno. Tampoco podemos decir que los ciudadanas y ciudadanos mexicanos tienen un interés generalizado en actuar políticamente en pro de incidir en la toma de decisiones.
Esa idea del superciudadano y de la autoorganización, en México son quimeras. No existen tales cosas, pero no quiero sonar catastrofista, esto no quiere decir que no hay esperanza, al contrario, el contexto determina a los sujetos y estos cambian su contexto a través del tiempo; es decir, el que en este momento no existan las condiciones para que nuestros ciudadanos se organicen, no quiere decir que nunca existirán, hoy, lo que toca a todos y todas las ciudadanos y ciudadanos más o menos activos políticamente es convencer de que vale la pena asociarse, que el rompimiento con la política de siempre se hace desde la ciudadanía, que el gobierno ni los partidos van a regalar un ápice a intereses que pretendan hacerles perder los privilegios de que gozan.
Eso es lo que nos toca hacer, un movimiento de difusión de ideas, de construcción de ciudadanos, de formación y capacitación. Creo que tomará mucho tiempo, también creo que debe hacerse con coherencia y nos pensando que un ciudadano que vota por una opción política es un ciudadano o ciudadana que necesariamente se activara políticamente y menos de manera autónoma, no, eso no pasa en México y si acaso pasa son casos limitados que no alcanzan a ser relevantes para cambiar el contexto en el que se vive.
Dejar todo en manos de la quimera del superciudadano es la versión asociacionista del laissez faire-laissez pasé…y de la mano invisible del capitalismo. Quizás en Suecia ya suceda, ya existan superciudadanos o al menos ciudadanos que se organizan con espíritu de largo aliento, quizá la campaña de Obama fue ejemplar en tejer redes de ciudadanos comunes y corrientes, quizá en Canadá la gente adopta causas todo el tiempo y las defiende y no las suelta, pero en México nos faltan muchos años para eso.
26/11/08
Rumbo a Suecia 1978...
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1 comentario:
En lo general estoy de acuerdo contigo, pero hay algunas cosas que no estoy tan segura que sean como dices, pero ya te diré con más tiempo.
Estaba leyendo y encontré una frase, que creo, refuerza en algo lo que dices. John Stuart Mill dijo, "los seres humanos no tienen más seguridad contra el mal obrar de sus semejantes que la protección de sí mismos por sí mismos. Podrán proteger sus derechos e intereses frente a los abusos del gobierno, y de aquellos que influyen y controlan el gobierno, únicamente si pueden participar plenamente en la determinación de la conducta del gobierno."
Besos.
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